Para empezar por el principio… ¿qué es un “resumen”? La Real Academia nos lo explica así:
1. m. Acción y efecto de resumir o resumirse.
2. m. Exposición resumida de un asunto o materia.
Uff, pues no sé yo si esto nos lo deja claro…. Vamos a ver qué nos dice que es “resumir”:
1. tr. Reducir a términos breves y precisos, o considerar tan solo y repetir abreviadamente lo esencial de un asunto o materia.
(Junto con otras tres acepciones más que no nos sirven aquí).
En fin, visto que estas definiciones no nos dan muchas pistas, ahí va mi versión de lo que es un resumen y cómo realizarlo correctamente:
(resumen del artíclo 8 Important Reasons For Teaching Kindness in Schools, y publicado en edarticle.com el 14/09/2016)
A todos nos gusta que, en cualquier ámbito de nuestro día a día, se nos trate con amabilidad. Esta cortesía no sólo es beneficiosa para quien la recibe, sino también para quien la ofrece, haciéndonos sentir mejor física y emocionalmente. (Ni qué decir tiene la importancia que algo así tiene dentro de las aulas, que es lo que se trata aquí.)
La amabilidad no se desarrolla por completo sólo hablando sobre ella, sino que hay que ser partícipe – ofreciéndola, recibiéndola, aceptándola – y es pilar fundamental de la educación. El artículo que podéis leer más abajo desarrolla 8 beneficios que algo tan sencillo y humano como la amabilidad nos puede proporcionar a todos, y que os esbozo a continuación:
(del artíclo How to Give a Better Speech: Talk to a Dog, por NICHOLAS FANDOS, y publicado en el New York Times el 5/08/2016)
Rigidez, sudor, frío, inseguridad... Pues quizá probando lo que nos sugiere este artículo del New York Times mejore vuestra confianza y esos temores disminuyan, porque de nuevo nuestros amigos más fieles acuden al rescate. El artículo indica que no hacen maravillas pero nos hacen sonreír y ser más empáticos con la audiencia. Y para aquellos a los que os gusten los gatchets de última generación, también disponéis de aulas virtuales en las que practicar y aliviar vuestros temores ;)
(Resumen del artículo publicado en The Telegraph por Javier Espinoza el 06/10/2016)
Según un estudio realizado por profesores de centros educativos británicos, hay niños que le echan un vistazo a sus móviles más de 10 veces a lo largo de la noche. Uno de los motivos para ello es la sensación de que, si no participan en esas conversaciones nocturnas, pueden quedarse fuera de ese círculo de amigos que sí lo hace (algo conocido en inglés como FOMO).