Halloween es una fiesta de origen celta, de nombre Samhain, celebrada, principalmente, en lo que hoy es Irlanda. Esta celebración marcaba el final del verano (y con ello la bonanza de los frutos del campo) y el comienzo de invierno (oscuro, frío, mucho menos propicio para recolectar alimentos).
Esta época del año estaba, entonces, asociada con la muerte, y además, los celtas creían que en la noche de Samhain la frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se diluía, y por ello los espíritus podían regresar a nuestro mundo.
Con el paso del tiempo y distintas culturas, la fiesta se ha ido modificando, añadiendo y quitando supersticiones y acciones hasta llegar a lo que tenemos hoy en día.
Volviendo a los celtas, ellos (especialmente sus druidas) aprovechaban estos días para predecir el futuro, se vestían con pieles de animales, encendían hogueras y realizaban sacrificios de animales para garantizarse así protección durante el largo y duro invierno.
Saltando a los romanos, ellos tenían otras celebraciones, siendo una de ellas Feralia, cuando honraban a sus muertos, y otra Pomona, en honor a una diosa de mismo nombre, y protectora de frutos y árboles. Su símbolo era una manzana, de ahí su nombre.
Y ahora nos vamos al cristianismo, que también celebra desde hace cientos de años un día en honor a las almas. Esta vez, y para mantener cierto equilibrio entre las tierras que antes celebraban ritos considerados paganos por los católicos, lo que se hace es una adaptación de las fiestas y costumbres locales, pero dándoles un marcado carácter cristiano, surgiendo así el Día de Todos los Santos, venerando a los santos de la Iglesia Católica y abandonando la superstición y sacrificios animales.
Cruzando el charco llegamos ahora a la Nueva Inglaterra colonial (¡y saltando en el tiempo!). La mezcolanza de gentes llegadas de distintas partes de la antigua Europa y la lógica evolución de los colonos en su nuevo hogar, junto con la rigidez religiosa del Protestantismo de la época dieron lugar a nuevas formas de entender y celebrar este día. Celebraban las cosechas recogidas, se reunían para contarse historias, hablaban de sus deseos de buena fortuna, y se narraban historias de fantasmas e infortunios.
Sin embargo, no fue hasta que una gran oleada de inmigrantes irlandeses, huyendo de la terrible hambruna que estaban sufriendo debido a una época de malísima cosecha de patata, llegó al continente americano, que se generalizó esta celebración.
A partir de entonces se empezó a generalizar el uso de disfraces, jugar a "truco o trato", "apple bobbing" (coger manzanas a mordiscos), etc, dejando cada vez más de lado la parte supersticiosa y fantasmagórica y haciendo de ella un evento comunitario, vecinal. De esta forma sus orígenes relacionados con el cambio de estaciones y honores a difuntos quedaron bastante olvidados, por no decir totalmente descartados ya.
Tenemos así, una fiesta secular, en la que se realizan desfiles, fiestas en escuelas y comunidades, muchas de ellas dedicadas a los niños. Ni que decir tiene que, al igual que se ha extendido el inglés como "lengua del mundo" y el poder político-militar-económico de los Estados Unidos, también lo ha hecho su cultura, y parte de ella es esta celebración de Halloween, que cada vez está más presente entre nosotros.
Espero que os haya gustado este súper resumen de los orígenes y evolución de Halloween. Habrá una segunda parte en un par de días, explicando el origen de su nombre y algunas de las tradiciones que esta tradición tiene.